El cineasta creó imágenes cinematográficas que han dejado una marca indeleble en la imaginación del público: desde la espectacular "2001: Una odisea del espacio" (1968), hasta los duros entrenamientos militares de "Full Metal Jacket" (1987).
A Kubrick se le concedió una enorme libertad como artista por su apartada ubicación en la campiña inglesa, lejos de miradas indiscretas.
Como resultado, a menudo fue caricaturizado como un recluso alejado del mundillo cultural. Su imaginación luchó con la tecnología del cine durante años antes de descubrirnos asombrosas visiones cinematográficas.
Se ha enfatizado mucho en el uso innovador de Kubrick de las lentes de la NASA y la luz de las velas en Barry Lyndon (1975), así como el fantasmagórico deslizamiento de la steadicam en El resplandor, pero se ha prestado poca atención a las influencias cinematográficas que inspiraron su obra.
Tres de las películas de Kubrick están llenas de metáforas visuales que vinculan su obra al arte cinematográfico de América, Europa y Japón. Las películas son: “A Clockwork Orange” (La naranja mecánica) (1971), “The Shining” (El resplandor) (1980) y "Eyes Wide Shut" (1999). En todas ellas nos presenta a protagonistas que son gobernados por fuerzas externas y que parecen ser conformados, en parte, por películas del pasado.
Muchas de las imágenes de Kubrick se inspiran en las novelas en las que se basan sus películas. Sin embargo, identificando sus referencias cinematográficas, obtenemos una idea de la amplitud de sus conocimientos de cine y su entusiasmo por diversos géneros. Nuestra comprensión de la obra de Kubrick es más completa al observar cómo una serie de películas resuenan y simpatizan entre sí, tal vez por casualidad, pero a menudo con absoluta intención.
1. A Clockwork Orange (La naranja mecánica), 1971
Hay sorprendentes similitudes entre A Clockwork Orange y Funeral Parade of Roses, de Toshio Matsumoto (1969). La audaz y creativa exploración por parte del cineasta Matsumoto de la cultura japonesa de homosexuales y travestis combina entrevistas de estilo documental y técnicas experimentales con una narrativa que se apropia e invierte el mito de Edipo, provocando un imponente efecto.
2. The Shining (El resplandor), (1980)
En El resplandor hay varios puntos de referencia bien definidos. En primer lugar está Last Year at Marienbad, de Alain Resnais (1961). Temáticamente, ambas películas se ocupan de la recurrencia, el tiempo y la identidad. Se sitúan dentro de un hotel donde se ha producido un acontecimiento importante, que sigue atormentando al entorno y a los personajes centrales.
El movimiento de seguimiento de cámara a través de los pasillos del hotel en la película de Resnais es similar a la exploración del laberíntico Hotel Overlook con la steadicam.
Last Year at Marienbad parece una referencia visual apropiada para Kubrick que, sin embargo, reemplaza las impertérrita actuaciones con una creciente histeria e inunda el monocromático Resnais con fabulosos colores primarios.
Aunque The Shining está basada en la novela homónima de Stephen King, parece que el aspecto fílmico se inspira en la obra de Resnais, en lugar de ser dictada únicamente por las descripciones del novelista.
Tal vez la influencia más evidente se encuentra en la más emblemática secuencia de The Shining, en la que un enloquecido Jack Torrance utiliza un hacha para romper y atravesar la puerta del baño. En 1921, Victor Sjostrom dirigió una escena casi idéntica en su película de terror The Phantom Carriage.
Las películas de Kubrick son reconocibles por sus tomas compuestas de forma simétrica, cuadriculadas e inmóviles. Esta forma de encuadre es dominante en la obra maestra de Chantal Akerman, Jeanne Dielman 23 Quai du Commerce, 1080 Bruxelles (1975).
3. Eyes Wide Shut, (1999)
Eyes Wide Shut (1999) refleja una influencia fílmica que Kubrick reconoció abiertamente en entrevistas durante su vida. Las decoraciones exuberantes de las tomas y la elegante danza de los movimientos de la cámara, especialmente en la escena de la fiesta nocturna (al principio de la película), nos traen a la mente La Ronde (1950) y The Earrings of Madame De (1953), de Max Ophuls.
En conclusión, parece claro que Kubrick rindió homenaje a otras películas y encontró innovadoras formas de combinar las prácticas radicales del arte cinematográfico con los procedimientos más convencionales del cine de Hollywood.