Muchos somos los que creemos en eso de que nuestra fecha y nuestra hora para morir están escritas en las estrellas pero, ¿y si tambien fuera cosa del destino que hubiera una fecha y una hora para salvar nuestra vida?
La existencia está llena de casualidades que pueden cambiar de manera drástica el rumbo de los acontecimientos, que pueden enderezar nuestra marcha o plantearnos nuevas cuestiones, cuestiones que, a veces, pueden ser de enorme importancia.
Lo que se antojaba como una bonita visita a un museo escocés se convirtió para una visitante en una revelación de vital importancia.
Una cámara térmica instalada en una atracción turística en Edimburgo (Escocia), le ha hecho un monumental favor al detectar un cáncer de mama que padecía y del que no tenía ni idea que tuviese.
Bal Gill se encontraba visitando el museo Camera Obscura and World of Illusions de Edimburgo; cuando posó en la sala de cámaras térmicas del museo, que permite que los turistas vean sus "puntos calientes", notó algo raro.
Gill cuenta, "Mientras posaba delante de la cámara, noté un parche de calor de color rojo proveniente de mi seno izquierdo; en el momento pensé que era extraño, sobre todo al ver que todos los demás no tenían lo mismo así que, tomé una foto de mi captura y seguimos y disfrutando del resto del museo".
De regreso a casa, Gill buscó en Internet que podría significar ese "punto caliente"; descubrió que un punto caliente como el que se ve en la imagen térmica puede significar a veces que hay un tumor con más flujo sanguíneo y, por lo tanto, calor cerca de la superficie de la piel.
Alarmada, pidió un cita con su médico y, confirmó sus sospechas, le diagnosticaron cáncer de seno; tras dos cirugías y a la espera de una tercera con la que espera que le eliminen el cáncer de manera definitiva, Gill escribió al museo contando su historia y dando las gracias por salvarle la vida.
Esta historia ha estado regida por la casualidad y la suerte, pero es importante tener en cuenta que las imágenes térmicas no dan un diagnóstico fiable sobre esta lacra que nos invade y, hay que tomar conciencia sobre las revisiones periódicas, hacerse mamografías y tener fe en ponerse manos expertas.
h/t: Peta Píxel