El amor a distancia acostumbra a ser cuestionado. Sin embargo esta metáfora explica por qué no es incompatible estar lejos con sentir una conexión real con otra persona.
¿Cuántos de nosotros hemos sentido una unión trascendental con alguien de quien nos separaban miles de kilómetros? Tener los mismos sueños, sentir que necesitamos contactar con esa persona en ese preciso instante o compartir pensamientos idénticos que coinciden en el tiempo como si de telepatía se tratase.
Todos hemos sentido algo parecido alguna vez. Lo que no sabíamos es que esto tuviera un razonamiento relativamente lógico detrás. La física cuántica reconoce este vínculo como entanglement o “enredo” cuántico, que a su vez deriva de un fundamento descubierto hace más de 40 años: la no-localidad cuántica.
Según esta teoría, existe una conexión entre partículas subátomicas que no comparten el mismo espacio físico, pero que sí han estado en contacto en algún momento. Einstein llamaba despectivamente a esto spooky action at a distance.
Este fenómeno rompe con todas las reglas de la física clásica, por lo que el científico no estaba muy de acuerdo con esta teoría. Pero, ¿cómo se explica entonces que nos sintamos tan cerca estando tan lejos? ¿Es posible la existencia de un mundo interconectado que trascienda el espacio y el tiempo?
Un estudio reciente, publicado en Science Daily, defiende que la no-localidad podría aclarar incluso el vínculo con personas que no hayamos conocido nunca físicamente y cuyas partículas no hayan interactuado jamás entre sí pero que comparten un tipo de conexión que los expertos comparan con la relación que sentíamos de niños con nuestro amigo imaginario o un amor platónico de juventud que bien podría ser un actor o cantante.
Por supuesto, al igual que el amor y otros vínculos no tangibles, esto es algo que no se puede demostrar de forma empírica. Así lo describe el físico Niels Bohr comparando el lenguaje de los átomos con la poesía: "Cuando se trata de átomos, el lenguaje puede ser usado sólo como poesía. El poeta no está tan preocupado en describir los hechos como en crear imágenes y establecer conexiones mentales".
Pero hay algo más. Según el mencionado estudio de la Universidad de Chapman, el vínculo entre estas partículas podría ser atemporal, con lo que el presente no solamente podría estar afectado por el pasado, sino también por el futuro. En el mundo cuántico el futuro podría estar ligado con el pasado y viceversa, con lo que los viajes espaciales o la teletransportación en el tiempo podrían ser una posibilidad.
Según esta teoría las partículas subátomicas puden vincularse independientemente del tiempo, sin importar lo que el futuro nos depare aún conociendo las futuras consecuencias adversas. ¿Será esto una realidad? ¿Seguiríamos amando aún sabiendo que el final no será feliz o siendo conscientes de que un universo se interpone entre nosotros y nuestro objeto de deseo?
h/t: Ecoesfera