Las controvertidas monjas rebeldes de la ilustradora Joyce Lee
La ilustradora coreana hace una crítica a la sociedad, como mejor sabe, yuxtaponiendo objetos cotidianos con lo más sublime del ser humano.
La ilustradora coreana hace una crítica a la sociedad, como mejor sabe, yuxtaponiendo objetos cotidianos con lo más sublime del ser humano.
Sofia Bonati nos trae retratos ilustrados que invitan a adentrarnos en su mundo onírico de mujeres que destilan melancolía, inocencia y mucha fantasía.
Ese mundo virtual que se ha desarrollado en paralelo al desarrollo de Internet y que no es otro que el de las redes sociales, casi siempre pone el listón de las expectativas por las nubes.
Se le presupone al arte la capacidad de conectar a las personas. Las obras nos unen porque son un reflejo de nuestra historia, de nuestro tiempo, de nuestros miedos y deseos, de nosotros mismos como individuos que conforman una gran sociedad.
En estos tiempos en los que la feminidad y el feminismo no están invirtiendo sus normas si no que están dándoles el lugar en el que deberían haber estado siempre, muchas son las que llevan a cabo la revolución desde el amor y el humor.
El poder de volar a otros mundos a través de la creación artística, es inagotable. Nos enbarcamos en uno de esos viajes que parten desde alguna persona hasta lo más recóndito del universo.
La erótica y la sensualidad a cada uno y a cada una se las sugiere cosas totalmente diferentes que pueden formar parte del mundo real o de mundos animados. En esto de las fantasías y de la fantasía, no hay que ponerse límites.
La valenciana Viví Escrivá y galardonada este jueves con el Premio Nacional de Ilustración, se siente emocionada y agradecida por el reconocimiento a una labor a la que lleva dedicándose desde los 13 años ininterrumpidamente.
Si lo pensamos, la intimidad y el sexo son dos de las situaciones en las que nos mostramos más vulnerables, en las que sale nuestro animal interno e irracional que puede dar lugar al absurdo y al surrealismo más humorístico.
Sentimos especial debilidad por los métodos pictóricos que biólogos y científicos usaban para documentar los descubrimientos.