Un ciclista le pone hojas de sierra a su bicicleta para pasear sobre un lago congelado
El ingenio y la imaginación siempre van a estar por encima de cualquier inclemencia, incluso las meteorológicas.
El ingenio y la imaginación siempre van a estar por encima de cualquier inclemencia, incluso las meteorológicas.
Muchos de los problemas que tenemos en este que conocemos como primer mundo, se resolverían con algo tan básico y tan escaso como la humanidad.
Lo sabemos, las fotografías de la nevada histórica en Madrid han inundado las redes sociales. Pero estas son algunas de las imágenes más impresionantes de estos días.
De todas las estampas curiosas y llenas de belleza que la ola de frío nos está regalando, nos quedamos con la magia que hay en este invernal tutorial en el que se nos muestra cómo realizar una pompa de jabón congelada.
La noche más larga del año en el hemisferio norte coincide con un fenómeno planetario que no se volverá a ver hasta 2080.
Los espectáculos visuales que ofrece la naturaleza son un material infinito para cualquier fotógrafo que se precie y, además, esa belleza orgánica que posee, muta sus entornos, sus atmósferas y sus tonalidades con las diferentes estaciones del año.
Como en las películas de Ingmar Bergman o Tarkovsky en las que las escenas de ritmo pausado y contemplativo invitan a la introspección y a la reflexión, hay fotógrafos, que buscan en la traquilidad y la inmovilidad de un paisaje, la belleza en una esencia primaria de dramáticas formas lineales.
Un paisaje invernal puede causar paz al contemplarlo; da serenidad verlo todo congelado y paralizado en un conjunto en el que, incluso el tiempo parece detenerse y el silencio parece instalarse de manera definitiva; pero si el paisaje helado que contemplamos es urbano su belleza produce desasosiego, inquietud y, hasta incomodidad.
Ya os hablamos de este pueblo siberiano que ostenta el título del "más frío del mundo". Pero nos apetecía asomarnos por allí ahora que nos encontramos, probablemente, en el momento más gélido del año.
Si pensamos que el invierno ya ha llegado a nuestra ciudad, las imágenes de Oymyakon, el pueblo más frío de la Tierra, pueden hacernos cambiar de opinión.