Nuestro entorno doméstico es una entidad con vida propia que se mimetiza con nuestro estado de ánimo y por eso, en muchas ocasiones, puede ser una cárcel de cemento y hormigón.
Las paredes que dan forma a nuestros salones o a nuestros dormitorios pueden ser el más cálido de los refugios o el más oscuro de los agujeros según lo que sintamos, según lo que vivamos.¿Cuántas historias hay detrás de cada puerta?
En su nuevo proyecto multimedia, Scarlett Carlos Clarke medita sobre la sofocante intensidad del encierro, los suburbios y la nueva maternidad. La artista muestra el hogar como una prisión asfixiante.
Los sujetos de sus imágenes, todas mujeres, en su mayoría embarazadas, se sientan en habitaciones oscuras. Sus formas las dibujan el brillo de sus teléfonos y de sus pantallas de televisión y el aire a su alrededor es pesado.
Como la misma Scarlett confiesa, sus imágenes son un estudio de la ansiedad doméstica, que explora el extraño aislamiento y el aburrimiento de la pantalla azul de la vida encerrado, pero también, evocan a la sofocante intensidad de la nueva maternidad, a estar atrapada dentro de un cuerpo hinchado sintiendo la aplastante ineludibilidad de cuatro paredes.
La exposición se titula 'The Smell of Calpol on a Warm Summer’s Night' y se inaugura en la Cob Gallery de Londres. Como artista multimedia, Carlos Clarke utiliza muchos métodos, incluida la fotografía, la escultura, el video y los estímulos sensoriales inmersivos, para explorar los temas de la serie de vida doméstica, maternidad y aislamiento.
Su obra, que no es más que el reflejo de lo duro que puede ser la maternidad, la artista la describe como un proceso natural que ha derivado de su propia experiencia.
“Mi proyecto terminó siendo una reacción intuitiva a mi experiencia como madre, aunque nunca tuve la intención de que tratara sobre la maternidad. Creo que he estado tan inmersa en este mundo que inconscientemente comenzó a filtrarse en mi trabajo".
“Comencé a hacer que esto funcionara en 2017 después del nacimiento de mi primer hijo, es decir, antes de la pandemia. Era invierno y yo caminaba el paseo marítimo, empujándolo en su cochecito mientras dormía, sintiéndome tan atascada y aislada. Había estado sintiendo esa pérdida total de identidad que creo que experimentan la mayoría de los nuevos padres [...]
[...] mientras caminaba, recuerdo mirar a través de las ventanas de la gente. Era como si todos estuvieran congelados y entumecidos en estas habitaciones frías, azules e iluminadas por la televisión. Había algo realmente hermoso en ello, pero también algo realmente intenso: se sentía un poco opresivo, como mirar dentro de una pecera".
Seguro que muchos y muchas de nosotros y nosotras nos sentimos identificados con el trabajo de Scarlett, con sus sensaciones y con sus atmósferas, con esa soledad del hogar que no es otra que la soledad del alma.
Scarlett Carlos Clarke: Instagram