Si decidiérais enterrar en una cápsula del tiempo todo aquello por lo que os gustaría que os recordaran o que fuera la prueba inmortal de vuestro paso por la tierra, ¿que cosas serían?
Un objeto con valor sentimental, una carta llena de deseos, la letra de una canción, las entradas de ese concierto que cambiaron tu manera de entender la música y la vida, un ejemplar en DVD de tu película favorita o una fotografía de tus seres humanos o animales queridos.
El afortunado o afortunada que dé con nuestra caja de tesoros puede hacerse una idea de cómo era la vida entonces (ahora) y podrá construir historias y soñar con esos retazos de vida que alguien un día quiso que pasaran a la posteridad. Esta es la historia que descubrió Mathieu Stern.
La intrigante tradición de las cápsulas del tiempo secretas inspiró al fotógrafo, cineasta y YouTuber francés a descubrir una cápsula del tiempo escondida en el sótano de la antigua casa de su familia.
La caja antigua de intrincado diseño, que data del año 1900, contenía algunos artículos particularmente encantadores, que incluían una muñeca de papel, monedas, una brújula, una concha marina y una carta, todos los restos preciosos que pertenecían a una niña del 1900.
La caja también incluía algo particularmente fascinante y cautivador para Stern: dos negativos en placa de vidrio. Siguiendo el rastro de descifrar este misterio, Stern decidió desarrollarlos utilizando un antiguo método de impresión fotográfica conocido como cianotipia.
Stern ejecuta cuidadosamente este proyecto de fotografía vintage con un manejo cuidadoso de las copias y un poco de paciencia. ¿Y qué revelaron las imágenes? Las queridas mascotas de la niña, un perro y dos gatos.
Obviamente, sus compañeros vitales fueron incluidos con los recuerdos más preciados de la niña. Y gracias a la paciencia de Stern, el mensaje de amor y ternura dejado por la pequeña, en una cajita de metal, no será olvidado en mucho tiempo.
Os dejamos con un vídeo que relata el proceso de revelado de Stern.
Mathieu Stern: Instagram