Desde los últimos siete años, el artista ruso Anton Gudim deleita a su legión de seguidores con sus irreverentes viñetas de humor negro cargadas de sarcasmo e ironía.
Sus historietas siempre comienzan inocentes y terminan con un giro inesperado que sólo se hace evidente en el último panel. La creatividad de este ingeniero de profesión le lleva a retorcer al máximo los límites de la realidad para desafiar con sus irónicos trazos el entendimiento literal de las cosas.
Sus pequeños juegos de palabras visuales pueden confundirte si le echas un vistazo rápido. Es probable que necesites observar con detenimiento ante la ilustración para comprender las divertidas bromas que se esconden detrás de cada mini historia.
Gudim reconoce que para él la vida no debe ser seria y oscura en todo momento, siempre hay que dejar espacio para el humor y la diversión. Por eso, comenzó a concentrarse en jugar con las propiedades inesperadas de las cosas y los eventos desde una perspectiva ácida y absurda, pero siempre cómica.
“Parece extraño que algunos artistas no utilicen el humor en sus obras, porque una capa de humor es una gran capa de creatividad”, declara el artista.
Su estilo es clásico, utilizando líneas finas y una gama cromática de tonos apagados, aunque el propio artista afirma no tener un estilo propio definido. Otra característica inconfundible de sus viñetas es que son estrictamente visuales.
“Dejar de usar texto es estrictamente una cuestión de preferencia personal, ya que disfruto comunicando las ideas a través de imágenes y acciones.”
Anton Gudim: Instagram