Por surrealista y nocivo que nos parezca, el Gobierno japonés está impulsando una campaña para que sus jóvenes retomen el hábito de beber alcohol.
Gracias a Pijama Surf
Los jóvenes japoneses han salido de la pandemia sin querer regresar a la cultural del alcohol, particularmente ligada en el país a la socialización con los colegas de trabajo.
Pero este aprendizaje, que en primera instancia parecería muy sano, se ha encontrado con la resistencia del mismo gobierno. El Gobierno japonés, a través de su agencia de impuestos, está promoviendo un concurso para estimular a que los jóvenes regresen a los bares y contribuyan a la economía bebiendo más.
Se ha lanzado una campaña en la que se invita a personas de entre 20 y 39 años a enviar ideas que puedan servir para inspirar a beber más alcohol. La campaña lleva el ocurrente nombre de ¡Sake Viva!
El problema, según reporta el New York Times, es que el mismo gobierno lleva dos años enviando mensajes que desincentivan la vida social, especialmente la nocturna, prohibiendo la venta de alcohol en bares y su consumo en las calles.
Al parecer, debido a esto, o simplemente porque han descubierto que el alcohol no es bueno para su salud, los jóvenes ya no quieren beber.
Ahora mismo hay más de doscientos mil casos de covid al día en Japón, pero la motivación de esta acción es que las ganancias por impuestos sobre la venta de alcohol han bajado notablemente en los últimos años.
En 1980, hasta el 5% del total de ganancias por impuestos venía del alcohol; 3% en 2011 y solo 1,7% en el 2020. Sin embargo, esta cantidad sigue siendo alta comparada con otros países desarrollados.
El gobierno nipón está buscando incorporar ideas nuevas, como inteligencia artificial y encuentros en el metaverso para hacer que los jóvenes vuelvan a retomar el consumo de bebidas alcohólicas.
Las autoridades argumentan que la intención no es hacer que los jóvenes se emborrachen, sino que consuman "la cantidad apropiada", al tiempo que toman medidas de "sentido común" contra el virus. Algunos critican este mensaje, pues señalan que beber hasta pocas cantidades de alcohol puede tener efectos negativos en la salud.
En otros países también el consumo de alcohol ha bajado drásticamente desde antes de la pandemia, incluyendo a Corea del Sur y Estados Unidos.
