Aunque la depresión y la ansiedad parecen males pandémicos de nuestros tiempos modernos, lo cierto es que la salud mental se resiente desde la Antigua Grecia. Entonces ya tenían sus propios métodos para combatir estas enfermedades, métodos que nos recuerdan que igual lo más sano es volver a lo básico y lo elemental.
La cura griega para la salud y la ansiedad está basada en un interesante enfoque holístico. Se trataba de un estilo de vida conocido como bios pythagorikos desde el que se puede enseñar a las personas a cuidar su alimentación, sus rutinas físicas y, sobre todo, las intelectuales
Gracias a La mente es maravillosa.
Es posible que, a día de hoy, estas claves nos parezcan algo elementales. Ahora bien, hemos llegado a un punto en nuestra sociedad en el que, tal vez, lo que más necesitemos es volver precisamente a esos fundamentos básicos. Ahí donde reducir la complejidad de nuestro día a día, economizar en preocupaciones, recortar estímulos, atender prioridades.
Nicholas Kardaras es un psicólogo clínico conocido por su labor divulgadora en diferentes áreas: salud mental, adicciones y el impacto de la tecnología en la actualidad. Así, una de sus publicaciones más exitosas ha sido sin duda Cómo Platón y Pitágoras pueden salvar tu vida. En este trabajo, presentado en una conferencia de la Asociación Americana de Psicología (APA), planteaba las siguientes ideas:
1. A día de hoy, la depresión y la ansiedad son dos de los mayores retos en materia de salud. La OMS estima que en el 2030 serán el principal problema en materia sanitaria.
2. De este modo, estudios recientes como el llevado a cabo en el King’s College de Londres nos indican por ejemplo que entre el 30% y el 40% del riesgo de depresión y ansiedad es genético y del 60& al 70% se debe a factores ambientales.
3. Este último porcentaje depende por tanto de nosotros y de las medidas sociales de las que dispongamos.
4. El doctor Nicholas Kardaras nos indica a su vez algo interesante: el origen de estos trastornos psicológicos no está solo en nuestro estilo de vida industrializada y urbanizada. Estamos perdiendo también del horizonte nuestras prioridades existenciales y nuestros propósitos. Buscamos la felicidad en productos con obsolescencia programada.
La cura que Pitágoras propuso, conocida como bios pythagorikos, consistía en:
- Tener una dieta rica en Omega 3. Este ácido graso lo contienen alimentos como las nueces, el aceite de oliva, el salmón, las semillas de chía… Curiosamente, muchos estudios actuales nos revelan cómo este tipo de ácidos grasos actúan como auténticos neuroprotectores.
- Hacer ejercicio de manera regular. El gimnasio en la Antigua Grecia era una institución dedicada a la instrucción física y espiritual. Un ámbito estaba por tanto relacionado con el otro.
- Estar en armonía con la luz solar. Esta es otra clave esencial dentro de la cura griega para la depresión. Si lo pensamos bien, estamos perdiendo este vínculo: nos rodeamos de la luz artificial, de la que emiten nuestros centros de trabajo y los dispositivos electrónicos. Este tipo de luz afecta de modo directo a nuestro descanso y, por extensión, a nuestra salud.
- Realizar tareas que eviten los pensamientos intrusivos y negativos. Los griegos eran sabios en materia de disfrute, relajación, además de en cultivar fabulosos placeres con los que combatir las preocupaciones. No hace falta caer en el hedonismo, pero sí permitirnos disfrutar de esos instantes donde estar en contacto con nuestras aficiones, sintiéndonos libres, alegres y creativos.
- Mantener discusiones dialécticas. Dentro de la cura griega para la depresión y la ansiedad está sin duda esta área tan interesante. La dialéctica es el arte de confrontar, de escuchar, debatir, relativizar, aprender, renovar ideas, descubrir propósitos… Implica, ante todo, tener contactos sociales enriquecedores que nos aporten nuevas perspectivas, que nos desafíen con su energía, vitalidad y optimismo.