No se me ocurre un plan mejor para la noche de Halloween. O para cualquier noche, pues hay quienes vivimos en un Halloween perpetuo.
Halloween es una festividad de origen muy muy antiguo que se ha ido amoldando a la sociedad de consumo del siglo XXI. Halloween es la Navidad de las raras. ¡Y debemos celebrarlo por todo lo alto!
Así que quiero proponeros una lista de nada menos diez películas de terror made in Spain que sirven para demostrar que durante un par de décadas fuimos una de las potencias mundiales a la hora de crear cine de espanto. Nuestras producciones atravesaron fronteras y algunas de las películas que comentaremos a continuación triunfaron mucho más allá de nuestras fronteras.
La noche de Walpurgis (Leon Klimovsky, 1971)
La película que inició la fiebre del fantaterror español. Paul Naschy estaría unido de por vida a su personaje, Waldemar Danisky, un tipo de buen corazón que de vez en cuando se convertía en hombre lobo.
En esta producción se enfrenta a una sensual vampira, interpretada por la indispensable Patty Shepard. Uno de los títulos con los que se distribuyó fuera de España fue The Werewolf versus the Vampire Woman. Dos jóvenes universitarias interesadas en estudiar la magia negra y el ocultismo, cruzan Europa en busca de respuestas, siendo ellas las catalizadoras de este siniestro enfrentamiento.
Pánico en el transiberiano (Eugenio Martin, 1972)
El fósil de un extraño ser antropomórfico que ha sido descubierto congelado en Manchuria vuelve a la vida en un tren en el que viaja custodiado por los científicos que desean estudiarlo. Sobre los railes del Transiberiano se desata el drama y los pasajeros van falleciendo a manos del monstruo.
Verdadero delirio que se adelantó unos cuantos añitos al “Alien” de Ridley Scott. Buena puerta de entrada al cine psicotrónico. Cuando la película se pone a dar explicaciones la cosa se pone muy loca. ¡Silvia Tortosa en todo su esplendor! ¿Necesitas más razones?
La semana del asesino (Eloy de la Iglesia, 1972)
Vicente Parra, galán valenciano que en los 50 había arrasado con su inolvidable papel de Alfonso XII en un par de películas, andaba semiolvidado cuando se atrevió a protagonizar esta horripilante (en el sentido de que da mucho miedo) película deudora del cine de terror italiano de la época en la que interpretaba a un tipo aparentemente normal al que, por una serie de desafortunadas circunstancias, se le iba llenando la casa de los cadáveres que él mismo había liquidado.
Por si fuera poco en la película se dejaba entrever el tema de la homosexualidad, que todavía era tabú hace algunos años…
Ceremonia sangrienta (Jorge Grau, 1973)
La mítica leyenda de la Condesa Elisabeth Bathory, pasada por el filtro del cine aquella época. La historia es de sobra conocida: Elisabeth desea mantenerse joven y fresca y para ello se baña en la sangre de todas las adolescentes de la comarca que caen en sus garras.
La película está fuertemente influenciada por el rollito estético de las producciones de la Hammer, que por aquel en-tonces estaban alcanzando su cenit. La película tiene otras lecturas sociales y políticas, y de propina ofrece la desnudez que la censura franquista permitía a este tipo de películas porque eran de terror y nunca estaban ambientadas en España.
El jorobado de la morgue (Javier Aguirre, 1973)
En esta ocasión Paul Naschy se pone la joroba de Gotto, un desgraciado joven deforme que trabaja en la morgue en una pequeña ciudad centroeuropea. Su única amiga, una joven enferma en estado terminal, fallece en el hospital.
Gotto aprovecha la confusión para quedarse con el cadáver y esconderlo en un sótano en el que vive y que por alguna razón no especificada lo tiene decorado con esqueletos y ataúdes. Un científico loco que pasaba por allí convence al jorobado para que le ayude a conseguir trozos de cadáveres con el fin de desarrollar un siniestro experimento que devolvería la vida a su amiga. Si solamente puedes ver una película de esta lista, que sea ésta.
El buque maldito (Armando de Ossorio, 1974)
Esta es la tercera parte de la popular franquicia de los Monjes Templarios Zombis, que comenzó en 1971 con “La noche del terror ciego”. La película está protagonizada por unas modelos (una de ellas Bárbara Rey) que han ido a hacer una sesión de fotos en alta mar.
Las pobres acaban metidas en el interior de un barco fantasma en el que los simpáticos no-muertos, llenos de gusanos, telarañas y moho, las aterrorizarán durante una noche que jamas olvidarán. Una película realmente cutre y torpe, pero que por otro lado resulta hipnótica.
La invasión de los zombis atómicos (Umberto Lenzi, 1980)
Coproducción con Italia que a pesar de que no se aclara en ningún momento, se nota perfecta-mente que está rodada en Madrid. La peli comienza fuerte: un avión repleto de zombies aterriza en Barajas.
Los zombies no lo son tanto porque están perfectamente organizados y van armados. No se da ninguna explicación, y tampoco la necesitamos. Rápidamente se reparten por toda la ciudad y siembran el terror entre la población.
Es mítico el momento en el que irrumpen en un plató de televisión en el que se está grabando un programa de aerobic. ¡También se cuelan en un quirófano en el que están operando a un paciente a corazón abierto! Paco Rabal interpreta al militar que dirige al ejército que intenta contener la invasión, que finaliza nada menos que en… ¡El Parque de Atracciones!
Mil gritos en la noche (Juan Piquer Simón,1982)
Apuntándose a la moda del slasher ochentero, Simón concibió esta brutísima película en la que un no tan misterioso psicópata está troceando a las adolescentes de un campus universitario.
Todo se debe a un trauma infantil que podemos ver en el inquietante prólogo de la película. Los crímenes están rodados de manera muy bestia, casi se puede oler la sangre artificial. Una película inquietante y divertida a partes iguales.
Secta siniestra (Ignacio F. Quino, 1982)
Mejor ir directo al grano sin rodeos: El líder de una secta satánica se cuela en una clínica de re-producción asistida y allí deposita unos tubos de ensayo con el semen del mismísimo Satanás, con el fin de que alguna de las mujeres que acuden allí para quedarse embarazadas conciba al hijo del Demonio.
El tercer intento da sus frutos. Una película humilde en sus medios de producción pero ambiciosa en sus pretensiones. Fue rodada en inglés y con un reparto fingidamente internacional con los nombres alterados para que sonaran en inglés.
Slugs, muerte viscosa (Juan Piquer Simón,1988)
Volvemos a recomendar una película de J.P. Simón, un verdadero artesano del cine fantástico que luchó contra viento y marea por sacar sus producciones adelante, y que, irónicamente siempre recaudaban más en Usalandia que dentro de nuestras fronteras.
En esta ocasión adaptó una novela yanqui en la que se relataba una invasión de babosas asesinas que atacaban a los habitantes de un pequeño pueblo norteamericano. Las cañerías, un vaso de whisky o una ensalada eran peligrosos sitios desde los cuales te podrían sorprender estos maléficos bichejos.
La película no escatima en detalles morbosos y si no te fijas en que una de las protagonistas femeninas es nuestra Concha Cuetos, fácilmente podrías creer que se trata de una película norte-americana.
Esta lista esta centrada en la época más productiva del fantaterror español. Pero hay mucho, mucho más cine de terror cañí que descubrir. En España se han seguido produciendo películas de terror, algunas muy malas, como Tuno Negro (2001) y otras magistrales como Verónica (2017). Pero eso es otra historia…
¡¡Feliz Halloween!!
Por Julián Almazán