SPOT es ese tipo de fotógrafos presos de la selección natural dentro del bestiario de los cazadores de imágenes. A finales de la década de los 60s, empezó a disparar su cámara sin criterio pero con un gran talento.
Él es uno de esos fotógrafos a los que la vida se les presenta y rápidamente captura el momento y decide cuándo y por qué aprieta el disparador.
Habiendo intentado sobrevivir como músico en Hollywood, decidió exiliarse a Hermosa Beach en 1975 para ayudar a construir un estudio de grabación,en el que por supuesto había un cuarto de revelado. Cuando no trabajaba en la grabación de grupos y artistas, SPOT se pasaba el tiempo patinando y tomando fotografías. Punk, amor y juventud a raudales.
Con motivo de la presentación de su libro Sounds of two eyes opening, Spot dijo:
"Pero en serio, no puedes vivir en una época brillante de fotoperiodismo sin que te afecte. En los 50 y los 60 estaban las revistas Life y Look, y un montón de fotógrafos capturando historias con el único afán de enseñarselas al resto del mundo.
Aquellas fueron las imágenes con mayor calidad que llegaban a la vida de la persona media en un momento en el que éramos simios intentando dejar el planeta. Las fotografías estaban cambiando nuestro mundo radicalmente. Las películas hacían esto a una escala mucho mayor, pero la televisión era de muy poca calidad comparada con el cine. Estas eran décadas mucho antes de la era digital hiciera que diéramos todo por hecho.
En aquella época tenías que estudiar y trabajar seriamente, sin mencionar que tenías que invertir en el equipo. Cuando vi la película Blow-Up (1967) supe que quería intentar hacer algo por mí mismo. Y unos años mas tarde tenia ya mi primera Pentax SLR y estaba perdiendo horas de sueño en el cuarto oscuro".
via Stafmagazine