El ser humano es curioso por naturaleza. Todo aquello que no terminamos de entender, que está fuera de lo común o que puede suponer un reto para nuestra inteligencia despierta nuestro interés. Puede ser un hecho inexplicable, una persona enigmática o, por supuesto, una serie.
Lost (J.J Abrams, 2004) no solo fue la serie que desató la locura que hay hoy por las ficciones en episodios, ni la que generó un fandom sin precedentes que hizo que millones de personas enganchadas a sus tramas y personajes teorizaran durante horas sobre hacia dónde irían los capítulos o las temporadas con sus impactantes cliffhangers.
Lost también sirve de excusa para recopilar en este ranking esas series que arrancan con un planteamiento que nos engancha y no nos suelta mientras va desgranando sus personajes y sus argumentos como un puzzle que en nuestras cabezas tiene sentido durante un minuto, para dejar de tenerlo al siguiente.
Al o a la guionista que llevamos dentro le encanta creer que va un paso por delante, anticiparse a lo que va a pasar o resolver el secreto que desvelará unas tramas que a veces concluyen satisfactoriamente para la audiencia (y otras no tanto).
Bucles en el tiempo, referencias de carácter religioso, atmósferas enrarecidas, giros de guion que hacen que se nos desencaje la mandíbula, distopías escalofriantes, sucesos paranormales o acontecimientos que desafían las leyes de la metafísica se abrazan en esta recopilación de series con misterios que nos rompieron y nos están rompiendo la cabeza:
Lost (J.J Abrams, 2004-2010)
Los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines Sídney-Los Ángeles nos mantuvieron en vilo durante 6 temporadas en una isla llena de flashbacks, flashforwards, números, experimentos oscuros y conexiones enigmáticas que nos demostraban que lo que veíamos en cada uno de sus capítulos no era fruto de la casualidad.
Aunque el cierre de este fenómeno televisivo no fue redondo para todo el mundo, la mayoría de sus fans reconoce que disfrutaron mucho del camino que recorrieron junto a un elenco que nos regaló a unos personajes inolvidables.
Dark (Baran bo Odar, 2017-2020)
Esta serie alemana hace honor a su título en lo formal y en lo conceptual. Los habitantes de una pequeña población quedan traumatizados tras la desaparición de un niño que es solo el detonante para resolver un retorcido misterio que embarca al espectador y a la espectadora en un viaje a través del tiempo que se vuelve más rocambolesco y desasosegante en cada temporada.
Black Mirror (Charlie Brooker, 2011-2019)
Black Mirror no es una serie entendida en sí, sino que es una recopilación de muchas historias que causaron furor con una primera tanda de episodios que noquearon a un público que creía que ya no podía ser sorprendido.
Con altibajos en sus argumentos (y en sus temporadas), lo cierto es que este producto británico alcanza momentos de brillantez absoluta en algunas de sus piezas distópicas que perfectamente podrían ser el germen de lo que está por pasar, de lo que ya está pasando.
Mr. Robot (Sam Esmail, 2015-2019)
Probablemente una de las series más incomprendidas de la televisión contemporánea.Mr. Robot nos presenta a Elliot Alderson: un joven que de día es un programador con pocas habilidades sociales y por la noche un hacker habilidoso que se ve envuelto en una conspiración mundial de consecuencias catastróficas.
Sam Esmail toca temáticas de calado social que van desde los problemas de salud mental, hasta la lucha contra el capitalismo en este thriller vibrante y único en su estética y en su manera de generar una tensión y un mal rollo que no decaen.
The Leftovers (Damon Lidenlof, 2014-2017)
Damon Lindelof, uno de los responsables de la mencionada Lost, nos propone un misterio marca de la casa. Un 14 de octubre desaparece sin dejar rastro el 2% de la población mundial. A partir de ese día, “los sobrantes” tendrán que rehacerse ante las pérdidas personales que ha sufrido cada uno, asimilando, desde sus distnatas creencias, la ausencia de los que han partido.
The Leftovers no solo trata sobre la fe, sino que es un acto de fe en sí misma al que hay que entregarse sin prejuicios y sin hacer preguntas que seguramente no tendrán respuesta, únicamente así podréis disfrutar de una de las experiencias más estimulantes y fascinantes de los últimos tiempos.
Devs (Alex Garland, 2020)
Alex Garland se dio a conocer con Ex Machina una intriga que sentó sus bases en la ciencia ficción y que mostraba un pulso entre el humano que juega a ser Dios y su creación, un androide que nos superaba a nivel emocional e intelectual.
Con un punto de partida muy parecido, en Devs los humanos vuelven a creerse dioses y, en esta ocasión, trabajan en una compañía que desarrolla un programa que podría alterar el curso de la vida. Otro thriller lleno de existencialismo y religiosidad con unas imágenes que se quedan grabadas en la retina.
Les Revenants (Fabrice Gobert, 2012-2015)
Los realizadores y realizadoras franceses tienen un gusto por el drama, los sentimientos y la intimidad muy reconocibles en cada una de sus producciones. Esas características que definen una manera exquisita de entender el lenguaje cinematográfico puede aplicarse incluso a una serie de zombis.
Les Revenants está muy lejos de ser como The Walking Dead, aunque compartan un eje argumental parecido. Esta serie francesa nos muestra a los habitantes de otro pueblo que se enfrentan al caos emocional que supone que sus seres queridos muertos años atrás vuelvan a la vida sin saber cómo, por qué y para qué. Una delicia imprescindible.
True Detective (Nic Pizzolatto, 2014-2024)
La creación de Nic Pizzolato se divide en tres temporadas (y una cuarta en camino) independientes que giran en torno a investigaciones policiales dirigidas por detectives nihilistas con secretos tan oscuros como los casos a los que se enfrentan.
La primera entrega, protagonizada por Matthew McConaughey y Woody Harrelson, marcó un auténtico hito por su estética árida y sus conversaciones pseudofilosóficas, pero sobre todo por un giro final espeluznante y fascinante que nadie esperaba.
Severance (Dan Erickson, 2022)
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Nominada a 14 premios Emmy en los apartados de drama (ganadora a mejores títulos de crédito y banda sonora), está distopía aterradora de aspecto pulcro e infantil, es para (casi) todas las publicaciones especializadas. La mejor serie de lo que llevamos de año.
La ficción consigue cortarnos la respiración en cada capítulo y, con cada descubrimiento, las redes se llenan con conjeturas y teorías de los fans que desgranan y dan explicación de los detalles y las señales que impregnan cada uno de los milagrosos fotogramas. La primera temporada parece ser la punta de un iceberg perfecta y maquiavélicamente elaborado.
From (John Griffin, 2022)
From es el último fenómeno boca a boca que ha surgido este año. Muchos y muchas coinciden en describirla como un híbrido entre Lost (no en vano tiene en el cast a Harold Perrinau) y una novela de Stephen King.
Con altas dosis de violencia y sustos, From vuelve a trasladarnos a un pequeño poblado en el que sus habitantes van llegando de manera accidental y no pueden salir. Para más inri, solo pueden hacer vida de día porque, cuando llega la noche, tienen que enfrentarse a todo lo que les acecha desde el bosque circundante.
Preparad las palomitas y la mente y sumergiros en estos rompecabezas que no nos toman por tontos y tontas, que están dispuestos a desafíar la sabiduría del espectador y la espectadora más curtido y curtida.