Al igual que con las series en la pequeña pantalla, este año, tampoco hemos renunciado al placer de disfrutar de grandes historias en la gran pantalla. Ha habido muchas películas que nos han emocionado, divertido e incluso asustado este 2024.
Aunque no hemos visto grandes estrenos que ya están siendo aclamados por el público y la crítica como The Brutalist o Nosferatu, sí que hemos visto muchos grandes títulos lanzados en los últimos 12 meses. Además, hemos incluido algunas películas realizadas en 2023, pero estrenadas en España en el curso de este año.
En definitiva, este es el ranking con esas 25 joyas, que bajo nuestro criterio, no debes perderte. Dramas, comedias, animación, cine de terror, ciencia ficción, secuelas, cine de aquí y de allí... Un año más el séptimo arte nos ha entregado títulos que ya nos parecen inolvidables. Te dejamos con ellos.
25. Late Night With The Devil, de Cameron Cairnes y Colin Cairnes (2023)
Lo mejor de esta propuesta satánica y "lovecraftiana" es, sin duda, la recreación de los late nights de los años 70 y su carismático conductor encarnado por el genial actor David Dastmalchian. En plena noche de Halloween de 1977, y en vivo y en directo, el caos se desata en un plató de televisión con la visita de una inocente niña que lleva en su interior a un ser del inframundo.
24. Kinds of Kindness, de Yorgos Lanthimos (2024)
Sin ser la mejor cinta del controvertido y genuino director griego, este tríptico sobre la miseria humana y las relaciones basadas en el poder y en el control tiene destellos de brillantez que recuerdan a las primeras obras de Lanthimos y también tiene a una Emma Stone que sigue demostrando por qué es una de las mejores actrices de su generación.
23. Wicked, de Jon M. Chu (2024)
No hemos podido resistirnos a la grandilocuencia del musical más viral del año. Wicked lleva a la gran pantalla la popular obra de teatro que acontece antes de los hechos ocurridos en El mago de Oz, y lo hace con un casting encabezado por la mega estrella del pop Ariana Grande y la actriz y cantante Cynthia Erivo. Una fantasía para ver en familia que es un canto (nunca mejor dicho) a la amistad verdadera y al miedo a sentirse diferente.
22. I Saw The TV Glow, de Jane Schoenbrun (2024)
La rareza del año es esta cinta independiente que no está hecho para todos los públicos. A través de la relación de una pareja de amigos que son fanáticos de un programa de televisión con ciertas vibes de Buffy la cazavampiros, la realizadora Jane Schoenbrun nos plantea una trama con múltiples capas en la que se mezclan la fantasía y la realidad para lanzarnos un mensaje sobre la importancia de tener clara nuestra identidad.
21. Challengers, de Luca Guadagnino (2024)
El prolífico Luca Gudagnino, que a finales de este año también ha estrenado Queer, nos invitaba a adentrarnos en este triángulo amoroso con las canchas de tenis como escenario y un trío de protagonistas de la talla de Zendaya, Josh O´ Connor y Mike Faist. La historia, increíblemente ambientada por la música de Trent Reznor que es una protagonista más de la trama, enfatiza que nunca hay punto de partido cuando el juego que se disputa es el del amor.
20. Longlegs, de Osgood Perkins (2024)
La perturbadora Longlegs vino acompañada por una de las mejores campañas de marketing de este año, el misterio de descubrir a un Nicolas Cage como nunca lo habíamos visto y la promesa de que sería de ese tipo de thrillers que recuperaría la esencia de grandes clásicos como Seven o El silencio de los corderos. Lo cierto es que sin llegar a ser tan buena como sus referentes, logra dos cosas muy difíciles para una cinta de terror: ser totalmente auténtica y jugar con nuestros miedos más básicos.
19. Strange Darling, de J.T. Mollner (2024)
Este thriller adrenalínico propone un juego del gato y el ratón que se desarrolla por episodios salteados que funcionan como las piezas de un puzzle que una vez hecho, revela que nada es lo que parece. Strange Darling es de ese tipo de pelis que hay que ver sin saber absolutamente nada para dejar que su planteamiento te manipule hasta llegar a un epílogo que es como seco y contundente como un tiro en la cabeza.
18. Didi, de Sean Wang (2024)
Esta coming of age es tan tierna como dolorosa, básicamente porque así suele ser la adolescencia de cualquier loser que se precie. Didi, al peso que conlleva dejar de ser un niño, se le suma el racismo y la incomprensión que siente por ser taiwanés. En un acto de rebelión contra el mundo que le ha tocado vivir, Didi comienza a "crecer" olvidándose de lo más importante: el amor incondicional de una madre y unos amigos que van a perdonarle cualquier estupidez que cometa.
17. La virgen roja, de Paula Ortiz (2024)
La historia de la talentosa y prodigiosa Hildegart Rodríguez y su controladora y manipuladora madre es tan grotesca y espeluznante, que no hace falta conocerlo previamente para que te impacte La virgen roja. Uno de los episodios más oscuros de nuestra historia ha sido el pretexto para que Paula Ortiz consigue asfixiarnos recreando virtuosamente los espacios y las secuencias que llenan y protagonizan dos actrices en estado de gracia como Najwa Nimri y Alba Planas.
16. Flow: un mundo que salvar, de Gints Zilbalodis (2024)
Esta maravilla animada y sin diálogos no decae ni un minuto. Parte de la distopía de un mundo que un día amanece cubierto de agua y sin rastro de humanos. En este contexto, un gato deberá aprender a sobrevivir y a convivir con el resto de animales que ocupan un barco. Con ciertos ecos al cine de Miyazaki, Flow cautiva por hablarnos durante todo el metraje sobre valores como la amistad y recalcar la importancia y el poder de la naturaleza.
15. La casa, de Álex Montoya (2024)
La casa es cine para todas aquellas personas que han experimentado el desarraigo que supone perder a un ser querido y un lugar. Es para esas personas que han sabido convertir los recuerdos en un motivo para dar sentido a cada segundo que tienen la suerte de seguir viviendo. El título de Álex Montoya es un recuerdo en el que dan ganas de quedarse a vivir para siempre mientras lo disfrutas entre la felicidad que nos reporta llorar, extrañar y recordar a los que nos dejaron su huella.
14. Casa en llamas, de Dani de la Orden (2024)
Una familia catalana de clase alta decide pasar un fin de semana juntos en su casa de Cadaqués. Durante el transcurso del fin de semana, su aparente perfección empieza a resquebrajarse en el momento que afloran las miserias y los traumas de cada miembro y en el momento que la matriarca del clan (increíble Emma Vilasarau), empieza a mover sus hilos para que todo salte por los aires y arda hasta las cenizas.
13. Dune: parte II, de Denis Villeneuve (2024)
Con la crítica y el público metida en el bolsillo gracias a la primera parte de la adaptación cinematográfica de la famosa novela Dune, ese genio que es Denis Villeneuve, tenía la difícil tarea de mantener el nivel de su titánica labor y poner todas las piezas de este culebrón galáctico en su sitio de cara a finalizar lo que acabará siendo una trilogía. No defrauda para nada, en la épica segunda parte asistimos a la oscura transformación de Paul Atreides mientras fantaseamos con recorrer Arrakis a lomos de un gusano, y lo hacemos totalmente entregados.
12. La estrella azul, de Javier Macipe (2023)
La historia de los últimos días del cantante y compositor maño Mauricio Aznar se convierte con La estrella azul, en una de las elegidas a ocupar posición en este ranking. A nivel cinematográfico, la cinta plantea juegos con el espectador que lo desmontan por completo.
A nivel vital, simplemente se convierte en una historia imprescindible. Las buenas películas te llegan al alma como les llega la inspiración a los compositores, cuando menos lo esperas y cuando sientes la libertad del que ya no tiene nada que perder.
11. Segundo Premio, de Isaki Lacuesta (2024)
Tanto si eres fan fatal de la banda granadina Los Planetas como si no, vas a quedarte encandilado con la película que va a representarnos en la carrera hacia los Oscar. Lo onírico, lo real, Lorca, el Omega de Lagartija y Morente y la magia y el duende de Granada son el contexto en el que Isaki Lacuesta narra el proceso de elaboración de uno de los discos más importantes de la música española.
Segundo premio sólo podía haber sido hecha por alguien como Isaki, alguien que es capaz de ponerle las imágenes correctas a las letras de Jota y de convertir las musas y los sueños en secuencias inolvidables.
10. How to Have Sex, de Molly Manning Walker (2023)
Entre todas las películas en las que se ha diseccionado la adolescencia, es difícil encontrar un retrato tan realista como el de How To Have Sex y ver una actuación tan impresionante como la de Mia McKenna-Bruce.
En esta sutil mezcla entre Aftersun y Euphoria, te conviertes en el vulnerable cómplice de Tara: una adolescente que en sus vacaciones se siente completamente perdida y asustada en mitad de un mundo que ya empieza a enseñarle las garras y las realidades más crudas.
9. La sustancia, de Coralie Fargeat (2024)
De La sustancia no destacamos el mensaje directo y sin escrúpulos que lanza sobre la dictadura de la belleza y la condena que supone envejecer (más si eres mujer, qué duda cabe). De la cinta de Coralie Fargeat destacamos a una Demi Moore y a una Margaret Qualley convirtiéndose en dos iconos instantáneos que firman dos de los mejores papeles de sus carreras y se entregan a esta locura insana no apta para estómagos remilgados.
8. Emilia Pérez, de Jacques Audiard (2024)
Emilia Pérez ha venido para revolucionar nuestra manera de entender el cine y por ende, nuestra manera de entender la vida. Este musical marciano, multi nominado y multi premiado tiene como protagonista a la actriz española Karla Sofía Gascón metida en la piel de un jefe del cartel que quiere retirarse de sus negocios inmorales y peligrosos con el objetivo de desaparecer de la faz de la tierra convirtiéndose en la mujer que siempre ha soñado ser. Suena tan disparatado como brillante, justo lo que es.
7. Monstruo, de Hirokazu Koreeda (2023)
Louise Glück decía que miramos el mundo una sola vez, en la infancia. El resto es memoria. Si cuando nos hacemos mayores llegamos a la conclusión de que lo que nos pasa en la infancia es lo que nos hace convertirnos en los animales heridos que somos, ¿por qué seguimos hablando de lo complicado que es el mundo adulto sin reparar en lo complicado que puede ser el mundo infantil?
No podemos invalidar lo que siente un niño, ni podemos mirar a otro lado pensando que nuestros problemas son los que importan. Hay todo un universo extraño dentro de cada pequeño corazón y cada pequeña cabeza, hay todo un universo esperando a ser entendido y atendido. Todo eso y más es Monstruo de Hirokazu Koreeda.
6. Anora, de Sean Baker (2024)
Sean Baker, creador del género calificado como white trash cool, nos presenta en Anora una tragicomedia que equilibra magistralmente la ironía y el humor con la tristeza y el drama.
La protagonista es una prostituta que emprende un viaje emocional lleno de matices y giros inesperados que nos hace comprenderla, frustrarnos con ella y, al mismo tiempo, enternecernos. Una vez más, el cineasta estadounidense llena el guion de contrastes, diálogos profundos y múltiples capas de interpretación.
5. La quimera, de Alice Rohrwacher (2023)
Arthur (Josh O'Connor) tiene un don sobrenatural para encontrar cosas perdidas, pero ha perdido al amor de su vida. En esa búsqueda de la identidad propia iniciada tras el golpe más duro que ha recibido, lidera una banda de profanadores de tumbas que trafican con piezas de arte traspasando los límites físicos y espirituales que separa el mundo de los vivos del mundo de los muertos.
Bajo la libertad cinematográfica y narrativa que da el realismo mágico, la directora y guionista Alice Rohrwacher nos vuelve a enamorar con una fábula lírica, onírica y única rodada en analógico y que desprende una belleza brutal en cada plano.
4. All of Us Strangers, de Andrew Haigh (2023)
Las heridas causadas en la infancia pueden arrastrarnos a una sensación de soledad y de culpa adultas que no nos dejen perdonarnos, ni nos permitan vivir con plenitud hasta que no encontremos la redención en los demás.
All Of Us Strangers es un conjunto de escenas que van minando nuestra integridad emocional a base de situaciones que tratan sobre la parte más descarnada de la vida y sobre esas cosas obvias que padres e hijos deberíamos decirnos y que, sin embargo, muchas veces, se quedan sin decir. Sólo la fuerza del amor puede hacernos pasar las páginas más dolorosas de esa historia indescifrable y misteriosa que es la vida.
3. Perfect Days, de Wim Wenders (2023)
Komorebi ( 木漏れ日): la luz del Sol que se filtra a través de las hojas de los árboles. En Perfect Days, la preciosa película de Wim Wenders, el Sr. Hirayama es adicto a capturar komorebis en su cámara fotográfica, como hacían los impresionistas en sus cuadros.
Él es consciente de toda la belleza que hay en lo cotidiano y de que cada momento es único. Hirayama pasa sus días perfectos entre cintas de Lou Reed y Patti Smith, entre libros de Patricia Highsmith y William Faulkner y entre plantas y latas de refresco demostrando que un anodino limpiador de baños públicos puede ser una de las personas más sabias, sensibles e interesantes del planeta.
2. The Holdovers, de Alexander Payne (2023)
Hay películas que están hechas con el único objetivo de agradarnos, emocionarnos y hacernos mejores personas. El cine de Alexander Payne es como esa grieta que hay en todo y por la que siempre entra la luz.
Pocos como él tienen la magia y la ternura para dirigir esos finales que llegan hasta la médula y dibujar a esos personajes que enseguida sientes que son parte de ti. Paul Giamatti nunca ha estado mejor. The Holdovers es un clásico instantáneo, la película ideal para esas Navidades en las que muchos somos los que nos quedamos recordando a los que ya se fueron.
1. The Wild Robot, de Chris Sanders (2024)
Hay un paralelismo directo entre Roz, la protagonista de la mejor cinta del año, y la cinta que protagoniza en sí: ambas son un artefacto hecho con IA y poseen un corazón que no les cabe en los circuitos.
Todo es épico en la película de Chris Sanders, la música, la animación, los personajes y un guion repleto de mensajes sobre vivir en comunidad, la importancia de la familia, el amor como motor del mundo, sentirse un outsider o el poder de la naturaleza sobre la tecnología. The Wild Robot es un milagro que tiene las secuencias más emotivas que hemos visto en otro año cargado de cine y de sueños.