Hilma Af Klint fue una mujer visionaria, tanto así que creó sus primeras obras abstractas en 1906, muchos años antes que Malevich, Kandinsky, Mondrian. Hilma fue una de las primeras mujeres que pudo estudiar arte formalmente.
Esta es la historia de una mujer que en vida mantuvo oculta su auténtica obra, una mujer muy poco conocida que creaba al margen del mundo artístico establecido de su época. Hilma af Klint (1862-1944) siguió su propio camino artístico alejandose de la realidad visible, plasmando y expresando en sus pinturas los mensajes que recibía como médium, así como las ideas y experiencias de su mundo interior.
Una obra que busca descifrar el misterio y sentido de la vida como evolución espiritual, convirtiendo su obra en un universo innovador lleno de símbolos y colores. Una visión altamente abstracta y totalmente inédita para los comienzos del siglo XX y que 100 años más tarde ya estamos preparados para apreciar.
Hilma af Klint practicaba la pintura automática en medio de sesiones espiritistas. En 1906 recibe un encargo de unos espíritus que ella denominaba “Los Altos Maestros” en el cual le piden que pinte lo que ha visto en el mundo espiritual. Es ahí cuando comienza a crear su serie Los Cuadros para el Templo, que sería terminada en 1915.
Esta artista era tan consciente de la ruptura que significaban sus pinturas abstractas, que decidió ocultarlas durante toda su vida, exigiendo que fueran expuestas 20 años después de su muerte, cuando pudieran ser comprendidas. En 1925 se retiró por completo de la pintura para dedicarse a los estudios teosóficos.
Hilma af Klint murió el 21 de Octubre de 1944 después de ser arrollada por un tranvía en Estocolmo. Curiosamente en ese mismo año murieron también Mondrian, Munch y Kandinsky.
Su obra pudo verse por primera vez en 1986, y a pesar de haber permanecido oculta durante un largo tiempo, actualmente es reconocida como la verdadera pionera del arte abstracto, y fue sin duda una mujer única en su tiempo, con una increíble capacidad de interpretar la naturaleza y las emociones humanas.
La obra de Hilma af Klint cuenta de por sí con un halo de misterio por los conceptos que trata. A mayores, el hecho de haber permanecido oculta tras su muerte en 1944 durante 20 años por expresa petición de su autora, la convierten en una producción única.
Un rara avis en el arte. Una obra que se adelantó a los postulados abstractos de Kandinsky pero que comienza a reivindicarse a principios del siglo XXI y que todavía está siendo introducida en la narrativa de la Historia del Arte.