Fotografía de Gloria Fuertes.

Diez poemas de Gloria Fuertes, la poeta de corazón inmenso

Gloria Fuertes es uno de los referentes de la literatura infantil española del siglo XX. Aunque son muchas las facetas literarias y musicales que cultivó, la dedicada a la producción para niños es la más conocida.

Entre muchos otros premios, fue galardonada con el diploma de Honor del Premio Internacional de Literatura Infantil Hans Christian Andersen. En 2017 se conmemoró el centenario de su nacimiento, desde Cultura Inquieta haremos nuestros particulares homenajes a la entrañable y maravillosa Gloria Fuertes.

Dibujo de Gloria Fuertes por una niña

Su estilo se caracteriza por su lenguaje sencillo y accesible, que a menudo esconde una profundidad emocional y social. Gloria Fuertes fue una figura central en la literatura infantil del siglo XX, pero también destacó por su compromiso con la igualdad de género y los derechos sociales. Su legado incluye obras memorables como "Poeta de guardia" o "El pirata mofeta y la jirafa coqueta" , que siguen siendo leídas y apreciadas por su capacidad para conectar con lectores de todas las edades.

A dejamos algunos de los poemas de Gloria Fuertes:

Dediqué mi libro

Dediqué mi libro a una niña de un año,
y le gustó tanto,
que se lo comió.

Al borde

Soy alta;
en la guerra
llegué a pesar cuarenta kilos.

He estado al borde de la tuberculosis,
al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde de la misericordia,
al borde de la envidia,
al borde de la fama,
al borde del amor,
al borde de la playa,
y, poco a poco, me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar.

Fotografía de Gloria Fuertes

En las noches claras,

resuelvo el problema de la soledad del ser.
Invito a la luna y con mi sombra somos tres.

Mi Cara

En mi cara redondita

tengo ojos y nariz,
y también una boquita

para hablar y para reír.

Con mis ojos veo todo,

con la nariz hago achís,

con mi boca como como

palomitas de maíz

La mujer rana

La mujer rana

y el hombre rana

se casaron

y en vez de tener perdices

tuvieron tres renacuajos.

Fotografía de Gloria Fuertes

Parejas

Cada abeja con su pareja.
Cada pato con su pata.

Cada loco con su tema.
Cada tomo con su tapa.

Cada tipo con su tipa.
Cada pito con su flauta.

Cada foco con su foca.
Cada plato con su taza.

Cada río con su ría.
Cada gato con su gata.

Cada lluvia con su nube.

Cada nube con su agua.
Cada niño con su niña.

Cada piñón con su piña.
Cada noche con su alba.

Fotografía de Gloria Fuertes

Nací para poeta o para muerto...

Nací para poeta o para muerto,
escogí lo difícil
—supervivo de todos los naufragios—,
y sigo con mis versos,
vivita y coleando.

Nací para puta o payaso,
escogí lo difícil
—hacer reír a los clientes desahuciados—,
y sigo con mis trucos,
sacando una paloma del refajo.

Nací para nada o soldado,
y escogí lo difícil
—no ser apenas nada en el tablado—,
y sigo entre fusiles y pistolas
sin mancharme las manos.

En el árbol de mi pecho

En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado.

Cuando te veo se asusta,
aletea, lanza saltos.

En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado.

Cuando te veo se asusta,
¡eres un espantapájaros!

Fotografía de Gloria Fuertes

A veces quiero preguntarte cosas...

A veces quiero preguntarte cosas,
y me intimidas tú con la mirada,
y retorno al silencio contagiada
del tímido perfume de tus rosas.

A veces quise no soñar contigo,
y cuanto más quería más soñaba,
por tus versos que yo saboreaba,
tú el rico de poemas, yo el mendigo.

Pero yo no adivino lo que invento,
y nunca inventaré lo que adivino
del nombre esclavo de mi pensamiento.

Adivino que no soy tu contento,
que a veces me recuerdas, imagino,
y al írtelo a decir mi voz no siento.

Poema de Gloria Fuertes

En su autobiografia Pero nadie sabía mejor que Gloria Fuertes lo fuertes y difíciles -valga la redundancia- que eran los tiempos que le tocó vivir. Una España que entró en trom En su Autobio nos cuenta su vida de un modo lleno de desapego y mucha emoción transferida. Vale la pena leerlo tal cual:

Autobiografía

Gloria Fuertes nació en Madrid

a los dos días de edad,

pues fue muy laborioso el parto de mi madre

que si se descuida muere por vivirme.

A los tres años ya sabía leer

y a los seis ya sabía mis labores.

Yo era buena y delgada,

alta y algo enferma.

A los nueve años me pilló un carro

y a los catorce me pilló la guerra;

A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.

Aprendí a regatear en las tiendas

y a ir a los pueblos por zanahorias.

Por entonces empecé con los amores,

-no digo nombres-,

gracias a eso, pude sobrellevar

mi juventud de barrio.

Quise ir a la guerra, para pararla,

pero me detuvieron a mitad del camino.

Luego me salió una oficina,

donde trabajo como si fuera tonta,

-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.

Escribo por las noches

y voy al campo mucho.

Todos los míos han muerto hace años

y estoy más sola que yo misma.

He publicado versos en todos los calendarios,

escribo en un periódico de niños,

y quiero comprarme a plazos una flor natural

como las que le dan a Pemán algunas veces.

Gloria, te queremos.

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