Los milagros son sueños hechos realidad, pequeñas conexiones con nuestra esencia que descubrimos cuando despertamos nuestra capacidad de admirar y de ver más allá.
Para nosotros los humanos es muy complicado imaginarnos un mundo sin nosotros y, si pudiéramos, es muy probable que fuera gris, sombrío, frío, como si el mundo sólo lo fuera si estuviéramos en él.
Pero la realidad es que si no existiéramos en el mundo, la naturaleza seguiría su curso, se adaptaría. Sin embargo, eso no significa que no haya una relación estrecha entre la naturaleza y la vida humana, aunque la gran mayoría de las veces no nos percatemos de lo estrecha que es.
Cada vez tenemos más conocimiento sobre cómo los árboles se comunican entre ellos y con otras plantas y animales, crean un mundo propio con lo que podríamos comparar a nuestras familias.
Un equipo de investigadores japoneses han demostrado que los aceites que algunos árboles segregan pueden disminuir los niveles de estrés, hostilidad y depresión, además de ayudar a impulsar el buen funcionamiento de la inmunidad.
Puede que los árboles no lloren o no nos muestran emociones así como las entendemos nosotros los humanos, pero sí tienen funciones propias que nos hacen pensar que el mundo les importa.
Para la artista del performance Marina Abramović, los árboles son los perfectos escuchas silenciosos, tienen sentimientos e inteligencia y es por estas razones que un árbol es el compañero ideal para momentos de tristeza o estrés.
"Puedes quejarte con ellos. Empecé con esto hace mucho tiempo, cuando estaba en el Amazonas con los indígenas nativos. Ellos van al árbol de sequoia, que es uno de los más viejos en el Planeta y le hacen una danza. Estas danzas para el árbol son increíblemente emotivas. Entonces pensé: '¿Por qué no creo un ejercicio que me sirva a mí?'".
La terapia de árbol es parte del Método Abramović, una serie de técnicas que permite a los artistas alcanzar niveles altos de consciencia. La artista lo recomiendo para cualquiera que tenga traumas.
Nuestro tiempo está marcado por devastación, aislamiento y una dificultad de conectar con el mundo natural y de reconocer su importancia. En especial porque no alcanzamos a dimensionar el impacto que tiene la actividad humana en las vidas no humanas.
También el mundo natural puede tener un impacto en la vida humana, qué mejor que éste sea positivo. Por eso, Marina Abramović nos dice:
"Por favor, ve a un parque cerca de ti. Escoge el árbol que más te guste. Abrázalo fuerte. Y desborda tu corazón con él".
Gracias a Pijama Surf